domingo, 27 de mayo de 2012

Capítulo 35. Atando cabos

Ilustración de Pepa Loló




A pesar de la sorpresa inicial, dos certezas alegran enormemente a Paula: una, que se puede evitar la muerte de Bruno, y la otra, que su corazón pertenece a Sebastián.

—Bruno, no sabes lo preocupado que he estado por ti —le dice Sebastián en un abrazo.
—Por lo que veo, tú también has traspasado la piel del tiempo —responde.
Pero no es hora de charlas. Paula les recuerda que deben buscar alguna pista que los lleve al payaso. Y Víctor la encuentra pegada a la pared del callejón: un cartel anuncia la película que van a proyectar en el Teatro Viejo.
—Me temo que tenemos que volver sobre nuestros pasos. ¡Fijaos!, es Un perro andaluz.
Bruno apenas si entiende algo, simplemente se deja llevar. 
A la entrada, nadie se fija en el acomodador con la nariz de goma, sentado en la última fila, sonriente. 
El teatro está completamente vacío y la película ya ha empezado. Los cuatro toman asiento y permanecen muy atentos. Bruno queda boquiabierto al identificarse con un joven que unas veces pasea en bicicleta y otras está junto a Paula. Paula asocia la mano llena de hormigas con las Cien Manos. Víctor reconoce los viejos papeles escondidos en una caja de rayas, incluso cree distinguir a los hombres calvos disfrazados de clérigos y arrastrados por el viejo. Sebastián se contempla convertido en estatua de arena junto a su adorada Paula.
Finalizada la película, una nube violácea invade el escenario. Cuando la nube desaparece, deja ver a Melquíades con Carmen. Paula sube al escenario y toma la mano de su hija, que poco a poco va desvaneciéndose para volver al cálido vientre de su madre. El tiempo se recompone y Sebastián comprende, emocionado.

***

Sin embargo, en otro lugar ha estallado la furia. El viejo invencible, desde su bola del infierno, ve cómo la partida se le escapa de las manos. Otro peón ha vuelto a coronarse. Con dos reinas blancas será muy difícil evitar el jaque mate. Por lo pronto, la funesta jugada le ha desposeído del libro. Preso de la ira, tira al suelo con un manotazo un par de peones negros.
A miles de kilómetros, dos hombres calvos que caminan en la oscuridad se desintegran para siempre, y sin ellos quererlo cambian el aciago destino de Bruno.

18 comentarios:

Rosa dijo...

Plas, plas, plas. Me ha encantado este capítulo.
Enhorabuena Ana por las letras y pepa por la genial ilustración (El payaso estará muy contento, seguro)

Besos desde el aire

Laura dijo...

A mí también me ha gustado mucho. No es fácil escribir a medida que se va terminando la novela. Ana lo ha hecho de maravilla y el payasete ha quedado de cine gracias a Pepa.
Besos desde mis palabras.

Sara Lew dijo...

Muy buen capítulo. Y la ilustración, verdaderamente genial.
¡Enhorabuena!

Rubén dijo...

Creo que no se puede hacer mejor, vamos cerrando el circulo y preparándonos para el terremoto.
La ilustración está dirigida al lector, el payaso nos mira esperando nuestra respuesta, genial.
Un abrazo y un par de lágrimas.

Nicolás Jarque dijo...

¡Qué pena que se estén dando los últimos pasos de esta micronovela! Pero todo lo que empieza tiene un final y este se aproxima.

Ana, has conseguido cerrar muchas puertas que permanecían abiertas y dejar otras entornadas. Me ha gustado ese final donde el tablero de ajedrez vuelve a aparecer.

La ilustración es fantástica también.

¡Enhorabuena a las dos!

Kum* dijo...

Buenísimo, Ana. Ferpéctamente hilado con el maravilloso capítulo de Tor, nos devuelves a aquel otro capítulo fantástico de Fernando ("hormigas en las manos") pasando por el de Pedro Alonso y su ajedrez ("La dama",)tres de mis capítulos favoritos.

Bien, parece que los malos están de retirada. Ana, ya puesta a atar cabos, casi cierra la novela ella solita. Quedan tres capítulos y ya va estando casi todo resuelto.

Cuando pienso en la novela, siento que el personaje que sale peor parado es Bruno. No sólo porque muere en el primer capítulo, sino que cuando "resucita", se ha quedado sin novia... que se queda con su hermano. Te cagas.

Y Carmen... ¿madre o hija? ¿hija, por cierto, de Sebastián? otra paradoja temporal.

Y ese payaso... qué quieren que les diga, ¡Qué saber estar! ¡Qué nariz tan soberbia!!!...

Hoy, por cierto, la ilustración es un espejo?... fantástica, Lola. Genial.

Besos payasos.

Elysa dijo...

Ana has resuelto muy bien este capítulo tendiendo puentes para que los siguientes escritores puedan trabajar ese final que ya se acerca. Muy bien llevados los detalles significativos de otros capítulos, difíciles de resolver, pero has conseguido un excelente texto.
Y que decir de Pepa, una ilustración preciosa, mira al lector en un guiño cómplice y nos deja ver esa mítica escena de Un perro andaluz.
Felicidades a ambas, muy buen trabajo.

Besitos

Mar Horno dijo...

Atar cabos en esta novela con lo enmarañados que estaban tiene mucho mérito y además un mérito bellísimo. Me encanta que todo se esté aclarando a través de Un perro andaluz, porque fue de los capítulos que más me gustó. Enhorabuena Ana. Y esa ilustración estupenda, con ese payaso que nos mira. Mis felicitaciones para ambas.

fernando dijo...

Chapó, Ana, vaya trabajazo. Tengo que leerlo mañana más despacio (ahora estoy demasiado cansada), pero desde ya te digo que me ha encantado

Elisa dijo...

El comentario anterior es de Elisa (Pativanesca) esto es lo malo de compartir el ordenador.

Ana dijo...

Bueno chicos, estoy que no quepo en mí. Acabo de leer todas vuestras flores después de un finde de desconexión y no puede haber mejor vuelta. Sí, la verdad es que hubiera segido atando cabos. Más que nada por la pobre Anita, a ver cómo hila lo que queda.
Muchas gracias!!!!
(Me voy a la verificación :)))
Ana

MariCari dijo...

Pues está perfecto, no le sobra ni una coma... caray!! Saludos,,,, Bss

Gabriel Bevilaqua dijo...

Felicitaciones Ana y Pepa, muy buen trabajo.

Saludos

Torcuato dijo...

Genial, Ana. Perfectamente escrito y perfectamente hilvanada la trama para que los escritores que quedan vayan cosiendo el final. Me ha gustado muchísimo las conexiones que haces de los personajes de la película con los personajes de nuestra micronovela.
Felicidades.
La ilustración también es magnífica. Una de las que más me ha gustado.
Felicidades, Pepa-

Besos.

http://pepalolo.blogspot.com/ dijo...

Gracias a todo el equipo que compone esta obra salen estas cositas...
Gracias a Ana Vidal por invitarme y gracias a Ana Martinez Blanco por hacermelo facil y fluido.
Conexion se llama,no?

Siento lo de las tildes, estoy en teclado frances.. ;P

Patricia K. Olivera dijo...

Genial!! Apuntando a un final que se acerca irremediablemente y que ha sido una aventura maravillosa!!

Felicitaciones a ambos artista!!

Un abrazote!!

joseluis dijo...

Me ha encantado la recomposición de las cosas, sobre todo la imagen en que Carmen se desintegra/integra en el vientre de Paola. Los giros del viejo malo me han parecido muy buenos, nos enfilan sin ambages hacia un final...

La ilustración de un azul espléndido, el ojo la navaja... me da a temblar.

Felicidades, An y Pepa :-)

NiñoCactus dijo...

Estupendo capítulo. Poco puedo añadir a lo que han comentado mis compañeros. Los personajes van tomando posiciones para el final y siguen cobrando consistencia. Buen trabajo Ana. Y la ilustración preciosa.
Besos con nariz de payaso