Ilustración de Lola Roig |
—¿Quedarme? —pregunta Paula antes de barrer con la mirada la zona del teatro a la que Bruno da la espalda—. ¿Dónde?
El color de las butacas de las últimas hileras se desvanece hasta la invisibilidad, y el espacio que dejan libre se tiñe con el tono indefinido de algo que inicia su aparición.
Cuando Bruno se gira para observar la escena, una mano aparece apoyada en su hombro, mientras una nariz de payaso flota en el aire, a la altura de su rostro.
—¿Kum*? —balbucea Paula.
—Ferpecto, Melquíades. Lo has hecho muy bien.
Una coma, dos puntos y treinta y cinco letras, tres de ellas mayúsculas, flotan bajo la nariz de goma, resaltando su color a medida que flotan ante ella en su ascenso hacia el techo cóncavo del teatro.
El sombrero realiza una voltereta en el aire y aterriza con gentileza a tres centímetros de las manos abiertas de Paula. El hueco para la cabeza mira hacia arriba.
—Sí, señorita.
Las letras salen en fila y rozan la mejilla de Paula antes de esconderse en su cabello.
—Llegarás tarde. Vamos, te acompaño.
Estas letras se colocan en la espalda de Bruno, que al notar el contacto mira a Paula y halla un rostro que empieza a desconocer.
—¿A dónde? —pregunta al aire. O a Kum*.
—A que te atropelle el amor. Ese que has soñado durante toda esta aventura.
Las letras son de colores. Empujan traviesas a Bruno hasta conseguir que levante un pie del suelo y lo encamine hacia su destino.
Paula contempla en silencio la nariz que se acerca a ella.
—Te dejo otra adivinanza. **** Es algo que todo el mundo sabe, pero olvidan con facilidad.
Veinte letras fucsia, repartidas en grupos de cinco, custodian a cuatro asteriscos hasta el interior del sombrero.
—No lo olvides nunca, Paula. El tiempo y la vida dependen totalmente de esto.
Letras doradas.
Paula se desliza en la oscuridad del fondo del armarito con el sombrero entre las manos. Aún no sabe el regalo que acaba de hacerle Kum*.
La negrura que la rodea se viste de un dorado verdoso, y Paula siente a Sebastián antes de verlo.
Cuando sus ojos se encuentran, la vibración del sentimiento alcanza su cota más alta y el mundo exuberante que los sostiene se expande un poco más.
Texto de Montse Aguilera
12 comentarios:
Lola y Montse : acabo de escribir el punto final de mi reseña dominical.
Os felicito por el buen trabajo realizado y si os sobra una chistera con letras y acertijos ....¿podriáis enviarme una? ...la idea me ha parecido ¡fantástica!.
Un abrazo muy fuerte y muchos ánimos para los cuatro que quedan por escribir y pintar.
Bien. Acabo de enamorarme. De Lola ya lo estaba. De Montse también. Hoy he leído mi capítulo favorito. Hoy, texto e ilustración me han resultado sublimes, deliciosas. Hoy todas las letras, todas las imágenes... son vuestras, Montse, Lola.
Señoritas,... mi sombrero.
Y besos payasos.
Estupendo tandem. Felicidades a las dos, a ver cómo resuelve Anita. Kum, no te quejarás. Estás de prota, prota!!
Ana
Suscribo lo que dijo Kum*, este capítulo es una preciosidad, las letras danzantes... y la ilustración de Lola es una maravilla, no sabes las ganas que tenía de verla!!!
Un abrazo enorme y felicidades chicas
Bueno, vale, donde dice Pablo Díaz soy Anita Dinamita, cosas del compartir.
Abrazos
Todo cuadra a la perfección, con este capítulo me he encontrado nivelado. La ilustración da más fuerza a la preciosa prosa y a este onírico de sentimientos.
Un regalo.
Una ilustración preciosa Lola, me encanta la gama de colores que has elegido.. :)
¡Cuánta magia tiene el capítulo de hoy! Texto e ilustración van de la mano en delicadeza y hermosura. Enhorabuena Montse y Lola.
Abrazos.
Gracias, ha sido un placer! Y gracias a la magia del texto de Montse ;)
La magia del texto salió con el talento de Lola. Gracias a todos. Ha sido una experiencia muy agradable. :)
Una auténtica maravilla de capítulo. Sugerente, sensible, poético, onírico... Perfecto. Y el dibujo de Lola... Sin palabras.
Que buen capi!!
Felicitaciones a ambas artistas!!
BEsos
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